Fragmento de una memoria olvidada

-¡Rompiste a cuenta gota cada uno de tus acuerdos!
Les has puesto tanto ácido a nuestras memorias
que no ha quedado nada de ti en mi ¡solo vacío.!-

La pantalla del móvil se fragmentaban sobre el piso mientras vomitaba cada palabra.

-¿Quien PUTAS ( y lo escupía en MAYÚSCULAS por TODAS sus PUTAS)...
¿Quien PUTAS te crees para ofenderme?...mira lo que queda de nosotros, ¡solo vacíos...!
¡Yo siempre hurgando para saber la verdad y tu siempre mintiendo tras tu máscara de víctima!, Claro que todos mienten ¡ y tu eres el mayor mentiroso de todos!-

Por un segundo el todo se disolvió frente a ella entre lágrimas de rabia y frustración.
Entonces el silencio se petrificó en la raíz y sin más se pulverizó el terror a estar sola, lo peor ya había pasado y ahora se encontraba completamente vacía... vacía de rencores, vacía de pesadillas, vacía de dolores, vacía y sin cicatrices de angustias y ansiedades. Se levantó en calma y  sacudió el resto de los vidrios sobres sus rodillas y por primera vez en cuarenta años frente a la mirada de él, sin pudor, sin temor, sin pretensión o complacencia desplegó sus inmensas y hermosas alas y voló, voló tan alto hasta que desapareció, o al menos eso me contó mi abuela.

G.R.






             

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